Nos sentimos orgullosos de haber asesorado una vez más a FEIQUE en la negociación del Convenio General de la Industria Química, cuya XVIII edición se firmó el pasado 16 de julio con CC.OO de Industria y FITAG-UGT tras de 7 intensos meses de negociación.
Se ha pactado una vigencia de tres años, con unos incrementos salariales del 1%(2015), 1,5%(2016) y 1,7%(2017).
El Convenio contiene una cláusula de revisión salarial referida a los años 2015 y 2016 en virtud de la cual, si la suma de los incrementos pactados para dichos años fuese inferior a la suma de los IPC, se actualizaría el salario en la difefrencia existente, pero sin efecto retroacticvo alguno. La misma cláusula se aplica en el año 2017 con los datos de dicho año.
La mayoría de Asociaciones y empresas han valorado especialmente pactar un convenio a tres años por la estabilidad que ello supone para las relaciones laborales del sector, así como frente a la incertidumbre de posibles reformas laborales en el año 2016, tras las elecciones generales.
Aunque uno de los objetivos principales de FEIQUE era prescindir de cláusulas de revisión salarial vinculadas al IPC, el III AENC firmado recientemente por CEOE, CC.OO y UGT, incorporando dicha referencia, complicó los objetivos en esta materia. En cualquier caso es a destacar que por primera vez dichas cláusulas no incorporan efecto retroactivo alguno (pago de atrasos).
FEIQUE dejó constancia expresa en el Acta de preacuerdo de que los incrementos pactados respondían a las previsiones positivas de evolución del PIB y del sector durante la vigencia del convenio y tras un periodo previo de dos años de práctica congelación salrial en el sector (0% en 2013 y 0,2% en 2014).
En el resto de cuestiones FEIQUE ha logrado total o parcialmente buena parte de sus objetivos y el acuedo puede calificarse como equilbrado para ambas partes.
Esperemos que el XVIII CGIQ constribuya a consolidar la recuperación económica de las empresas y se mantenga como una herramienta eficaz para regular las relaciones laborales en un sector que emplea a más de 200.000 trabajadores y es el segundo (industrial) de la economía española.